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La recuperación económica tras 1830

La recuperación económica tras 1830
 

A partir de la década de 1830 la vida económica entró en un progresivo mejoramiento gracias a la obra realizada por el Ministro de Hacienda Manuel Rengifo y la acción decidida de Portales. Ambos hombres eran estanqueros y por tanto muy ligados al mundo de los negocios. La economía chilena en 1830 se encontraba muy deprimida, mal administrada y regulada por una legislación confusa y contradictoria. Con el objeto de visualizar con mayor claridad los problemas, el ministro se abocó a realizar un estudio de los males que aquejaban al país, los cuales fueron expuestos en la Memoria de 1834 presentada al Congreso. Rengifo concibió la solución a los problemas económicos en tres sentidos fundamentales:

• El ajuste de la economía a las nuevas condiciones creadas por la Independencia.
• La reforma del sistema tributario.
• La reorganización de los servicios del ministerio.

El Ministro de Hacienda, con la cooperación del ministro Portales, redujo la planta del Ejército y con ello el gasto público, suprimió los cargos prescindibles en la administración pública (incluso el de Vicepresidente para el que había sido elegido Portales), sometió las reparticiones públicas a un régimen común e hizo publicar los balances de la Tesorería. Estas medidas tenían por objeto reformar la administración. Sin embargo también era necesario generar bases sólidas de desarrollo económico en el país. Con este objetivo, se concedieron privilegios exclusivos para la explotación de minerales a quienes poseyesen nuevos procedimientos técnicos que hiciesen más productivas las faenas. En relación con la agricultura, estableció el catastro, tipo de impuesto a la renta calculada sobre el valor de los predios y sus beneficios. En cuanto al comercio externo, una de las primeras medidas fue el establecimiento en Valparaíso de los Almacenes Francos. Se suprimió el pago de derechos de tránsito y se permitió el depósito de mercaderías en el recinto portuario hasta por tres años a cambio de un derecho decreciente sobre el precio de los productos. Lo anterior contribuyó a que Valparaíso rápidamente se convirtiera en el puerto más importante de la costa americana. Se modificó el régimen aduanero, dictándose la nueva Ley de Aduanas, la que estableció derechos de internación para algunas mercaderías, eximiendo de impuestos a las consideradas importantes para el progreso de las artes, ciencias e industria del país. En cuanto al gasto público, a partir de 1831 se reinició el pago de la deuda interna, cuyo pago se logró gracias a la exitosa aplicación de una rigurosa economía y racionalización del gasto público, reducción de la burocracia y vigilancia del funcionamiento en las oficinas fiscales. Con el objeto de crear una marina mercante se tomaron varias medidas proteccionistas como fue la Ley de Cabotaje de 1835, que reservaba el comercio entre los puertos chilenos a barcos de bandera chilena. Con esto se esperaba aumentar el tonelaje de naves bajo el pabellón nacional. Junto con ello se concedió por diez años a Guillermo Wheelwrigth el monopolio de la navegación a vapor entre Valparaíso y Callao.

El auge minero.
Gran parte de la prosperidad económica de la época se explica por el apogeo de la minería de la plata, del cobre y del carbón de piedra. La actividad minera en Chile se caracterizó por la relativa autonomía de su evolución. Su auge y progreso se debieron principalmente a la iniciativa privada y el Estado se limitó a legislar para su fiscalización. Además su lejanía de los centros de actividad política como militar, la mantuvo preservada de la ruina y la destrucción. En el sector minero, destaca la presencia de extranjeros, que tuvo consecuencias estimulantes para la actividad, pues los vinculó con firmas del exterior, facilitó las transacciones, existencia de una organización eficiente y un mejoramiento técnico de las faenas. La actividad principal se llevó a cabo en las regiones de Copiapó y Coquimbo, donde la extracción se orientó principalmente a los minerales de plata y cobre y en menor grado, oro. El auge minero comenzó con el descubrimiento, por Juan Godoy en 1832, del rico mineral de plata de Chañarcillo, ubicado cerca de Copiapó. 
Su apogeo se produjo entre los años 1848-1856, llegando a producir el 74% de toda la plata extraída del país, seguido luego por el mineral de Tres Puntas. Los pioneros en la minería de la plata fueron los Gallo, Goyenechea, Cousiño, Ossa, Edwards y Subercaseaux.
Notable importancia en la minería del cobre, tuvo el empresario chileno José Tomas Urmeneta, quien, luego de veinte años de búsqueda, descubrió en 1852, el yacimiento de Tamaya, en las proximidades de Coquimbo. Como hombre emprendedor, trajo técnicos de Europa e instaló dos fundiciones: una en Guayacán y otra en Tongoy. Otra fuente de riquezas fue la minería del carbón, cuya explotación se hizo necesaria causa de la extinción de los bosques naturales en las zonas mineras del norte chico.
El interés por esta actividad comenzó con los estudios mandados a hacer por Prieto en 1839 y por el incentivo que significaron la navegación a vapor y los ferrocarriles, iniciándose su explotación en la zona de Concepción. A partir de 1840, Guillermo Wheelwright comenzó a explotar carbón en Lirquén, luego fue Lota, la cual adquirió su máximo esplendor al formarse la sociedad Cousiño e Hijo.

La agricultura. 
Este importante sector se vio beneficiado por las innovaciones que se introdujeron en el agro. En 1838, se fundó la “Sociedad Chilena de Agricultura”, la que dio importante apoyo al estudio científico de las labores del campo a través del boletín “El Agricultor”, destinado a divulgar las técnicas agrarias y nuevos cultivos, y en 1939 se creó “La Quinta Normal”, centro de experimentación agrícola en Chile. En 1856, la antigua Sociedad tomó el nombre de “Sociedad Nacional de Agricultura” (S.N.A), la que trajo a Chile las innovaciones agrícolas que se extendían en Europa y EE.UU. a través de nuevas revistas y la organización de una exposición. Llegaron al país nuevos cultivos como el arroz y la remolacha azucarera. Destaca también la obra de Silvestre Ochagavía que trajo cepas de Cabernet y Pinot, primer paso en la industria vitivinícola del país. Otro de los elementos que favorecieron el despertar económico de estos años fue el alto precio que alcanzaron el trigo y la harina chilenos, en los mercados de California y Australia. El descubrimiento de oro en California en la década del 40 (fiebre del oro o gold rush), generó un aumento considerable de población en esa zona. Chile era el único país triguero de importancia en la costa occidental de América y su situación privilegiada lo llevó a convertirse en el abastecedor de los mercados californianos, alcanzándose precios elevadísimos. Producto del término de la fiebre de oro en California, a partir de 1853, esta prosperidad decayó parcialmente. Sin embargo, el descubrimiento de oro en Australia, en 1851, nos abrió un nuevo mercado triguero.

Desarrollo financiero:
La actividad económica chilena requería de múltiples estímulos para mantener el ritmo de crecimiento que estaba adquiriendo. No sólo las inversiones directas, estatales y particulares, permitían explotar los minerales y campos; también fue necesario desarrollar un sistema crediticio y bancario que pudiera adelantar o prestar dinero a quienes lo requerían. Así, a mediados del siglo XIX comenzaron a aparecer los primeros bancos en los principales centros económicos del país; estos emitían papel moneda o billetes que remplazaban el oro y la plata, hasta ese entonces los únicos medios de pago aceptados en las transacciones. Para regular el funcionamiento de las instituciones bancarias, en 1860 el gobierno dictó la Ley de Bancos. Junto a los bancos particulares, el Estado también contribuyó a la expansión del crédito, creando la Caja de Crédito Hipotecario y la Caja Nacional de Ahorros, cuyo objetivo fue facilitar dinero a los agricultores y estimular el ahorro respectivamente.

*Estanqueros: fue un grupo político chileno de tendencia conservadora que se organiza en torno a la figura de Diego Portales